Mientras esperaba mi turno en la pelu de Pepe, manoteo una revista La Mano del revistero y la tapa ya prometía ser entretenida.
Ya en el trono de tortura de lo de Pepe y pensando en lo que había leído en La Mano, le dije a Pepe (no se si se llama así pero asumo que ese es su nombre) – Pepe, tenes una revista Mano que me interesa, te la compro! Pepe lo pensó 3 segundos y se copó, me dijo – No mono, llevatela de onda.
La cuestión que sali de la peluquería con un animo bastante cambiado, el pelo corto, y la satisfacción de haber encontrado un módico tesoro, pero por módico no deja de ser un tesoro.
Ya en la comodidad de mi casa, con Thelonious de fondo me dispuse a leer con tranquilidad la nota de tapa (que casualmente da nombre a esta entrada y mas casual es el año en que apareci en este mundo).
La nota prolijamente armada describia al año de mención como un periodo bisagra en el rock, hechos y discos que cambiaron para siempre la forma de comunicarse, de escuchar la musica que mas nos gusta y las andanzas y despedidas en y desde este mundo, respectivamente.
La cuestión que sali de la peluquería con un animo bastante cambiado, el pelo corto, y la satisfacción de haber encontrado un módico tesoro, pero por módico no deja de ser un tesoro.
Ya en la comodidad de mi casa, con Thelonious de fondo me dispuse a leer con tranquilidad la nota de tapa (que casualmente da nombre a esta entrada y mas casual es el año en que apareci en este mundo).
La nota prolijamente armada describia al año de mención como un periodo bisagra en el rock, hechos y discos que cambiaron para siempre la forma de comunicarse, de escuchar la musica que mas nos gusta y las andanzas y despedidas en y desde este mundo, respectivamente.
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