Hace un tiempo te conté una pequeña historia relacionada con el pachuli, unos licores y un disco. De como descubrí nuevos sonidos y mi mente, a partir de ese momento empezó a funcionar de otra forma (o simplemente empezó a funcionar).
En ese episodio lisergico, en determinado punto del disco de los cuatro símbolos sin nombre, justo cuando sonaba "The battle of evermore", Sergio estaba casi postrado en el rincón e la madriguera y me miraba fijo de una forma que asustaba, no miraba de forma amenazante, solo me miraba totalmente inmóvil con la expresión de un muerto que pedía a gritos que lo rescate de ese cuerpo.
En un intento, mio, por sacarlo de su sopor, trato de comentarle que en esa canción me resultaba imposible creer que todas las voces fueran de Plant. Aunque en realidad lo que mas me atormentaba era la guitarra con su melodía folk-semidiablolica.
Tengo claro que hoy existen cosas peores para "montar a la serpiente" pero les aseguro que la combinación de una caja de marroq, dos botellas de licor cremoso, Zeppelin IV y el estado de animo adecuado puede ser tan poderoso como la peor o mejor de las drogas.
Solo a modo de muestra...
Suban un poco el volumen
Volviendo a la cuestión de las voces. Hace un tiempo navegando a la deriva por la nube, descubrí con que dentro de mi estado de locura medieval de ese frió día de mayo del ´86, no estaba tan loco como parecía. Efectivamente Robert Plant no hacia lo suyo solito en la canción, había una demonio bella y rubia que me susurraba vocales al oído como si fuera una segunda voz que secundaba a Plant.
Hermosa, loca, perfectamente a la altura de la situación. Sandy Denny
El resto lo dejo en tus manos, investiga, si buscas y lees, vas a descubrir un mundo maravilloso y vas a ser mejor persona por lo menos para vos mismo.
Cariños, Bonzo
Me encantó. Y no sé si mejor persona, pero una persona mas feliz. Y no es poco.
ResponderEliminar