Chapman sigue en la gayola

Mark David Chapman, el hombre que el 8 de diciembre de 1980 disparó a John Lennon a la entrada del Edificio Dakota en Nueva York, continuará en prisión al menos otros cuatro años, hasta la próxima oportunidad de solicitar la libertad condicional.

Aunque la vista para la revisión de la libertad condicional estaba fijada para principios de diciembre, el tribunal encargado de entrevistar a Mark David Chapman, decidió retrasarlo hasta la segunda semana de septiembre.

Chapman, de 55 años, fue condenado en 1981 a cadena perpetua con posibilidad de revisión a los 20 años por el asesinato de John Lennon. Sus abogados trataron de alegar una psicopatología, pero él insistió en declararse culpable, según él, por mandato divino.



El asesino confeso del ex Beatle ha solicitado haste en seis ocasiones la libertad condicional (en 200, 2002, 2004, 2006 y 2008). En todas ellas se le ha denegado por la relevancia social que tuvo y todavía tiene a día de hoy su crimen.

En esta ocasión, el tribunal del Estado de Nueva York ha denegado a Chapman su salida de la prisión de máxima de seguridad de Attica debido al "desprecio que muestra hacia las normas de nuestra sociedad y la santidad de la vida humana", informa la CNN.

Los tres miembros del comité encargado de estudiar la solicitud de libertad condicional concluyeron que la puesta en libertad de Mark David Chapman "continúa siendo inapropiada e incompatible con el bienestar comunitario".

Como en cada una de las seis ocasiones anteriores, el comité encargado de decidir sobre la libertad de Chapman ha recibido docenas de cartas solicitando que se le niegue cualquier medida sustitutiva de prisión.

Entre ellas, en esta ocasión igual que en las últimas seis ocasiones, se encuentra la de la viuda de John Lennon, Yoko Ono, que sigue creyendo que Mark David Chapman sigue siendo un riesgo para ella y para su hijo.

Chapman disparó a Lennon por la espalda el 8 de diciembre de 1980, cuando el músico regresaba con su esposa de unas sesiones de grabación en el estudio. Pasó el día entero frente al hogar del ex Beatle, en el Edificio Dakota de Nueva York, donde habitualmente se reunían los fans del artista.

A lo largo de esa jornada, Chapman tuvo otra ocasión para ejecutar un plan al que había macerado durante meses. Sin embargo, cuando Lennon salió de su casa, sólo pudo pedirle que le firmara un autógrafo. Tras dispararle, Chapman se sentó en la acera, sacó un ejemplar de 'El Guardián entre el Centeno' y, simplemente, esperó a que la policía le detuviera.



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