La Muerte de la Alta Fidelidad

Un post que estuvimos recomendando hoy, me hizo recordar que tengo algo sobre este tema y tanto me apasiona., en la revista RS (edición argentina) que compre hace un par de años que la tapa era sobre la reunion de Zepp en el 2007 está este articulo muy interesante. 




ROBERT LEVINE 
Publicado en Revista Rolling Stone Argentina 
N° 118 Enero 2008 




David Bendeth 
www.davidbendeth.com 


David Bendeth, un productor que trabaja con bandas de rock como Hawthorne Heights y Paramore, sabe que los álbums que realiza son asiduamente reproducidos a través de pequeños altavoces de ordenador, por fans que están ocupados navegando Internet. Por lo que no se sorprende cuando los Sellos Discográficos piden a los Ingenieros de Mastering que trabajan en sus CD’s que expriman tanto los volúmenes que aún las partes suaves suenen fuerte. 

Desde hace una década y media, una revolución en tecnología de grabación ha modificado la manera en la que se producen, mezclan y masterizan los álbums – casi siempre para peor. “Los hacen fuertes para conseguir atención (del escucha)”, dice Bendeth. Los Ingenieros hacen esto aplicando compresión del rango dinámico, lo que reduce las diferencias entre los sonidos más débiles y los más fuertes en la canción. Como muchos de sus colegas, Bendeth cree que basarse demasiado en este efecto puede oscurecer los detalles sonoros, quitar a la música su potencia emocional y dejar a los escuchas con lo que los ingenieros llaman fatiga auditiva. “Creo que casi todo está masterizado un poco demasiado fuerte”, dice Bendeth. “La industria decidió que es un concurso de volumen.” 




Los Productores e Ingenieros lo llaman “la guerra del volumen”, y ha cambiado la forma en la que casi todo nuevo álbum de rock y pop suena. Pero el volumen no es el único problema. Programas de ordenador como ProTools, que permiten al ingeniero de audio manipular el sonido de una forma similar a la que un procesador de texto edita texto, hace que los músicos suenen artificialmente perfectos. Y los escuchas de hoy consumen una creciente cantidad de música en MP3, que elimina mucha de la información del archivo original del CD y puede hacer que la música suene pequeña o vacía. “Con toda la innovación tecnológica, la música suena peor”, dice Donald Fajen de Steely Dan, quien ha realizado algunos de los considerados discos-que-mejor-suenan” de todos los tiempos. “Dios está en los detalles. Pero ya no hay más detalles.” 

La idea de que los ingenieros hacen álbums más fuertes puede parecer extraña: ¿No controlamos el volumen por ese pote en nuestro stereo? Si, pero cada seteo de ese dial entrega un rango de volumen, desde una voz susurrada a un golpe de bombo – y empujar los sonidos hacia el tope de ese rango hace que la música parezca más fuerte. Es la misma técnica usada en televisión para que los comerciales sobresalgan por sobre los programas. Y capta la atención del escucha – pero a un precio alto. El año pasado, Bob Dylan le dijo a Rolling Stone que los álbumes modernos “tienen sonido por todos lados. No hay definición de nada, de las voces, de nada, es como – estática.” 

En 2004, la madre de Jeff Buckley, Mary Guibert, escuchó la cinta de ¾ de pulgada original de las grabaciones de su hijo, ya que estaba preparando la reedición del décimo aniversario de Grace. “Escuchábamos instrumentos que nunca se escucharon en ese álbum, como platillos tocados con dedos y el sonido de las cuerdas de las violas al ser golpeadas”, recuerda. “Me sorprendió porque fue exactamente lo que el escuchó en el estudio.” 

Para su desilusión, la versión remasterizada en 2004 falló en capturar esos detalles. Así que el año pasado, cuando Mary Guibert compiló la colección de Lo Mejor – So Real: Songs From Jeff Buckley, insisitió para que un consultor A&R independiente supervisara el proceso de reedición y pidió por un Ingeniero de Mastering que reprodujera el sonido que Buckley realizó en el estudio. “Puedes oir distintivamente los instrumentos y el sonido de la habitación”, dice ella sobre el nuevo lanzamiento. “La compresión emborrona las cosas.” 

Demasiada compresión puede ser escuchada como abarrotamiento musical; en el debut de Arctic Monkeys, la banda nunca parece tomar una pausa para recuperar el aliento. Al mantener una intensidad constante, el álbum achata los picos emocionales que usualmente destacan en una canción. “Pierdes la potencia del estribillo, porque ya no es más fuerte que las estrofas”, dice Bendeth. “Pierdes emoción.” 

El oído interno automáticamente comprime golpes de alto volumen para autoprotegerse, por lo que asociamos compresión con volumen, dice Daniel Levitin, un profesor de música y neuro ciencia de la Universidad McGill y autor de This Is Your Brain on Music: The Science of a Human Obsession (Este es tu cerebro en la Música: La ciencia de una obsesión humana). Los cerebros humanos han evolucionado para prestar particular atención a ruidos fuertes, por lo que los sonidos comprimidos parecen inicialmente más emocionantes. Pero el efecto no dura. “El disfrute en la música viene de la variación en ritmo, timbre, frecuencia y volumen”, dice Levitin. “Si mantienes alguna de estas variables constante, puede parecer monótono.” Después de unos pocos minutos, muestran las investigaciones, el volumen constante comienza a fatigar al cerebro. Aunque pocos escuchas se dan cuenta de esto de forma conciente, muchos siente la urgencia de saltar a otra canción. 

"Si limitas el rango, es simplemente un asalto al cuerpo", dice Tom Coyne, un ingeniero de mastering que ha trabajado con Mary J. Blige y Nas. "Cuando tienes 15 años, es lo más cool - estás siendo machacado. ¿Pero realmente quieres eso en un álbum entero?" 

Para el escucha promedio, un rango dinámico amplio crea una sensación de espacialidad y hace más sencillo diferenciar instrumentos individuales – como puedes escuchar en álbums recientes como Modern Times de Bob Dylan y Not Too Late de Norah Jones. “Cuando la gente tiene el coraje y la visión para hacer un disco de esa forma, los eleva de entre la multitud”, dice Joe Boyd, quien prodijo álbums de Richard Thompson y Fables of the Reconstruction de R.E.M. “Suena cálido, suena tridimensional, suena diferente. El sonido analógico, para mí, afecta más emocionalmente.” 

Los productores de rock y pop siempre han utilizado compresión para balancear los sonidos de diferentes instrumentos y para hacer que la música suene más emocionante, y las estaciones de radio aplican compresión por razones técnicas. En los días de los discos de vinilo, había un límite físico a cuán fuertes podían ponerse los niveles de graves antes de que la aguja saltara un surco. El CD puede manejar niveles de volumen más altos, aunque también tienen un limite al que los ingenieros llaman “0 dB digital”, por encima del cual el sonido distorsiona. Los álbums de pop raramente se acercaban al 0dB hasta mediados de los 90’s, cuando los compresores y limitadores digitales, que cortan los picos de las ondas sonoras, hicieron más fácil manipular los volúmenes. Albums intensamente comprimidos como (What's the Story) Morning Glory? De Oasis en 1995 setearon una nueva barrera para el volumen; las canciones eran adecuadas para los bares, coches y otros ambientes ruidosos. “En los 70’s y 80’s, se esperaba que prestaras atención”, dice Matt Serletic, antiguo ejecutivo jefe de Virgin Records USA, quien también produjo álbums de Matchbox Twenty y Collective Soul. “La música moderna debe ser capáz de captar tu atención.”, agrega Rob Caballo, que produjo American Idiot de Green Day y The Black Parade de My Chemical Romance. “Es un estilo que empezó post-grunge, para lograr esa intensidad. La idea era golpear la cara de alguien contra la pared. Puedes setear tu CD para aturdir.” 

No es sólo la nueva música la que está demasiado fuerte. Muchos álbums remasterizados sufren del mismo problema, ya que los ingenieros aplican compresión para igualarlos en la misma línea con los gustos modernos. La nueva colección de Led Zeppelin, Mothership, es más fuerte que los álbums originales de la banda, y Bendeth, quien mezcló Elvis Presley's 30 #1 Hits, dice que el álbum fue masterizado demasiado fuerte para su gusto. “Muchos audiófilos odian ese remaster,” dice, “pero la gente lo puede reproducir en el coche y es competitivo contra el nuevo disco de Foo Fighters.” 

Tanto como los CD’s suplantaron al vinilo y los cassettes, el MP3 y otros formatos musicales digitales están ráoidamente reemplazando al CD como la manera más popular de escuchar música. Esto significa más conveniencia pero pero calidad. Para crear un MP3, un ordenador samplea la música de un CD y la comprime dentro de un archivo mucho más pequeño, excluyendo información musical a la que el oído es menos sensible. Mucha de esta información que queda fuera se encuentra en los extremos de graves y agudos, lo que explica en parte porque muchos MP3 suenan chatos. Caballo dice que el MP3 no reproduce bien el reverb, y la falta de detalles en agudos lo hace sonar crispado. Sin suficientes graves, dice, “pierdes toda la pegada. Disminuye la pegada del bombo y como el altavoz es empujado cuando el guitarrista toca un acorde potente.” 

Pero no todos los archivos musicales digitales se crean iguales. Levitin dice que la mayoría de la gente encuentra que MP3 realizado en grados superiores a 224 kbps son virtualmente indistinguibles del CD. (iTunes vende musica tanto en archivos a 128 o a 256 kbps AAC – AAC es levemente superior al MP3 a un grado de compresión equivalente. Amazon vende MP3 a 256 kbps.) Aún así, “es como ir al Louvre y en vez de ver a la Mona Lisa, hay una imagen a 10 megapixeles” explica. “Siempre quiero escuchar la música de la manera en que los artistas quisieron que la escuchara. No contemplaría una pintura de Kandinsky con lentes de sol puestos.” 

Los productores incluso alteran la forma en la que mezclan los álbums ahora, para compensar las limitaciones del sonido MP3. “Tienes que ser conciente de cómo la gente va a escuchar música, y casi todos están escuchando MP3” dice el productor Butch Vig, miembro de Garbage y productor del Nevermind de Nirvana. “Algunos de los efectos se pierden. Así que a veces tienes que sobre exagerar cosas.” Otros productores creen que los CD’s intensamente comprimidos hacen mejores MP3, ya que el volumen de la música va a compensar la chatura del formato digital (N.D.T. esto es sólo una creencia; no es cierto). 

Como los movimientos tecnológicos han cambiado la manera en la que los sonidos se graban, han fomentado una perfección artificial en la música misma. La cinta analógica ha sido reemplazada en la mayoría de los estudio por sistemas digitales (ProTools, etc.) haciendo que las ediciones que en su momento requerían cortar y pegar cinta se puedan hacer fácilmente con el clic del mouse. Programas como Auto-Tune pueden conseguir que cantantes mediocres suenen con pitch perfecto, y Beat Detective hace lo mismo con baterías inconsistentes. 

"Puedes hacer que cualquiera suene profesional", dice Mitchell Froom, un productor que trabajó con Elvis Costello y Los Lobos, entre otros. "Pero el problema es que tienes algo que es profesional, pero no distintivo. Estaba hablando con un batería de sesión y le pregunté: '¿Cuándo fue la última vez que pudiste distinguir quién era el batería?' Puedes distinguir a Keith Moon o a John Bonham, pero ahora todos suenan igual." 

¿Entonces la música está condenada a sonar cada vez peor? La conciencia sobre este problema está creciendo. El festival de música South by Southwest recientemente presentó un panel titulado "¿Por qué la Música de Hoy suena como el culo? (Why Does Today's Music Sound Like Shit?)" En agosto, un grupo de productores e ingenieros fundaron una organización llamada Turn Me Up!, que propone poner pegatinas en los CD's que cumplan con los standards de Alta Calidad Sonora (N.del T.: Mastering Mansion es el primer estudio de mastering de España unido a esta organización, sumando este esfuerzo a su patente española ND Mastering - Natural Dynamics Mastering - toda vez que el cliente lo solicita). 

Pero la mayor parte de los escuchas de CD han perdido el interés en sistemas stereo de Alta Gama, mientras los sistemas de sonido surround se han vuelto más populares, y formatos de calidad superior como el DVD Audio y el SACD van disminuyendo. Bendeth y otros productores temen que los escuchas jóvenes han crecido acostumbrados a música dinámicamente comprimida y al sonido delgado, ralo, del MP3 que la batalla esté perdida. “Los CD’s suenan mejor, pero nadie los compra”, dice. “La era del audiófilo se acabó.” 


SONDEO DE OPINIONES SOBRE LA GUERRA DEL VOLUMEN: PRODUCTORES Y ARTISTA HABLAN 

Esto es lo que creo que está pasando: Todo el mundo tiene iPods, así que no puedes ponerlos (los CD’s) tan fuerte. Así que tienen un algoritmo llamado “finalizer” – no es tan nuevo, pero la manera en que la gente lo usa si lo es – y hace que tu música suene más fuerte. La gente arruinará sus álbums y CDs. Me quedé realmente sorprendido con el CD que el tipo me dio cuando lo escuché en casa – sonaba completamente loco! Era como... abortar la misión!!!!! Supuestamente sonaba bien en el iPod, pero si pones el CD en el reproductor de CDs del stereo escuchas distorsión digital. Es una gran historia en los informativos en toda Inglaterra.” 
- Kim Deal, sobre el mastering. del nuevo álbum de Breeders, Mountain Battles. 


La compresión es un demonio necesario. Los artistas que conozco quieren sonar competitivos. No quieres que tu track suene más bajo o débil en comparación. Hemos subido el umbral y no puedes retroceder." 
- Butch Vig, productor y mente maestra de Garbage. 


"Nos estamos ajustando a la forma en que las máquinas le pagan a la música. Es decisión de los robot. Solía ser decisión de las damas - ahora es decisión de los robots." 
- Donald Fagen, productor y lider de Steely Dan. 


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"Creo que si un vocalista está hiper-afinado, es menos personal. No siento aversión por usar Auto-Tune cuando debo. Pero creo que los escuchas lo distinguen." 
Brendan O'Brien, productor de Pearl Jam, Rage Against the Machine y The Rising and Magic de Bruce Springsteen. 

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"Creo que ha habido una modificación enorme en la forma en la que la gente escucha música. Solían comprar el mejor stereo que podían. Ahora quieren un iPod. Y los audiófilos se han mudado al multimedia. Pero para llevar el contenido al público, tienes que jugar con sus reglas." 
- Matt Serletic, productor de Matchbox Twenty y Collective Soul y ex jefe ejecutivo de Virgin Records. 


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"A los A&R les gusta la estética de la compresión porque pueden llevarla a la radio. Creen que si quieren tener un hit, tienen que gastar mucho dinero y quieren cubrir sus espaldas. Pero si piensas en los discos clásicos, ninguno de ellos está aplastado." 
- Mitchell Froom, productor de albums de Los Lobos, Elvis Costello y otros. 


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"Encuentro muy interesante, y creo que es instructivo, que si te enfocas en un área del negocio de la música - podrías llamarlo música para gente de más de 24 años, generalizando - y miras los últimos diez años y te fijas en los álbums que han salido de ninguna parte, que nadie ha puesto un duro detrás y han despegado, las 2 cosas que me vienen a la cabeza son Buena Vista Social Club y Norah Jones. Y esos discos fueron hechos de la manera más anticuada que puedas imaginar." 
- Joe Boyd, productor de muchos álbums de Richard Thompson y de Fables of the Reconstruction de R.E.M. 


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"No puedo decirte cuántas veces alguien viene, me pone algo que quiere que masterice y yo le digo: '¿Lo quieres ultra fuerte o que retenga algo de este excelente sonido?' Dirán, 'Queremos mantenerlo realmente prístino.' Al día siguiente, me llamarán y dirán: '¿Cómo es que el mío no es tan fuerte como aquél o el de más allá?' 
- Bernie Grundman, ingeniero de mastering. 

"Los Beatles o los Rolling Stones, sonaban un poco filosos o un poco chatos, pero a nadie le importa - eso era rock. Ahora si alguien está desafinado o fuera de tempo, lo tratan como a un error y lo corrigen." 
- Ted Jensen, ingeniero de mastering. 

GUERRA DEL VOLUMEN 

Desde mediados de los 90’s, los ingenieros han usado compresión dinámica para hacer que los CDs sonaran más y más fuerte. Estas ondas sonoras muestran cuán fuerte se han convertido las grabaciones contemporáneas: 

Nirvana 
"Smells Like Teen Spirit" 
Allí por 1991, aún el rock más fuerte, no era tan fuerte: "Smells Like Teen Spirit" tiene cantidad de fluctuaciones en su volumen – por lo que cuando Kurt Cobain grita, tu lo sientes. 




Arctic Monkeys 
"I Bet You Look Good on the Dancefloor" 
Este track de 2006 es un delincuente principal: La onda sonora está aplastada al límite, y se mantiene así prácticamente cada segundo de la canción ¿Todavía no te duele la cabeza? 



U2"With or Without You" (Original) 

U2"With or Without You" (Remastered) 




¿CÓMO FUNCIONA EL MP3? 
MP3 reduce el tamaño del archivo de CD hasta un 90%, con un algoritmo que elimina los sonidos a los que los escuchas son menos sensibles – incluyendo los extremos de frecuencias agudas y graves. 

¿QUÉ ES COMPRESIÓN DEL RANGO DINÁMICO? 
Este efecto de estudio reduce las diferencias entre las partes más fuertes y más débiles de una pieza musical – recientemente, los ingenieros de mastering lo han usado para asegurarse que todos los momentos de un CD suenan tan fuerte como sea posible. 


ESCÚCHALO POR TI MISMO Aquí hay 3 álbums recientes elegidos por su profundidad y rango dinámico — y 3 que están MUY fuerte. 

BIEN 
Modern Times, Bob Dylan 
Not Too Late, Norah Jones 
Raising Sand, Robert Plant/Alison Krauss 

En estos álbums, la música respira: Chequea el sonido como-en-la-vida-real del "Thunder on the Mountain." de Dylan. 

MAL 
Alright, Still Lily Allen 
Californication, Red Hot Chili Peppers 
Infinity on High, Fall Out Boy 

Estos están tan implacablemente fuertes, que el sonido está casi distorsionado. Los estribillos de "Scar Tissue" de los Peppers no suenan más fuerte que las estrofas.

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